Como anelo los dias del pasado, sin recordar claro, el dolor de mi pecho vacio. Ahora que sin dudas no estoy solo, me siento sin embargo solitario. Y busco tu mirada y no la encuentro y presiento tu voz en el silencio, mas tu piel solo puedo imaginarla, doncella misteriosa del poniente.
Tengo una vida y no me alcanza
Siempre tuve avidez por muchas vidas.
El amor calmo y bueno, la tranquila placidez de las mañanas y la tibieza del sol de cada tarde me hacen añorar otras campañas cuando toda mi vida era una batalla.
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